

El símbolo de Aries es el carnero, que hace de guía y conduce el rebaño para hacer que avance. Toda su fuerza está concentrada en su cabeza y cuando embiste, lo hace proyectando la cabeza hacia adelante. Es nuestro cerebro, contenido justamente dentro de la cabeza, el que rige las decisiones que tomamos y los movimientos que hacemos, y este signo representa las fuerzas directivas en general.
Su símbolo astrológico, que ya conoces, recuerda tanto los cuernos del carnero como el brote tierno de la planta que nace, representando el resurgir de la vida en la tierra después de la dureza del invierno. También se asocia a la vida que nace de la oscuridad, con tanta fuerza que es capaz de romper el hielo. No olvides que con Aries empieza la primavera!!
Impetuoso como la vida que inicia, Aries necesita echarlo todo al exterior. Representa la fuerza y la energía que son necesarias para la supervivencia a nivel físico y sin las cuales, por otro lado, la humanidad sería una masa abandonada a la inercia. Es el tiempo del renacimiento de la vida en el que las fuerzas de la naturaleza se exaltan, las horas de luz son más largas y la explosión vital nos llega después de la reclusión del invierno.
Aries es un signo emprendedor y luchador, lleno de iniciativa. Es el primero que aparece y tiene que ser capaz de abrir el camino a todos los que le vienen detrás. No se desanima con los obstáculos, tiene mucho empuje y una energía que parece no acabarse nunca. Está dotado de un entusiasmo que se contagia e inacabables cantidades de fe para salir adelante. Es alegre y confiado como un bebé, vive y se entrega totalmente y sin reservas.
En el amor es apasionado y demostrativo. Se ilusiona con facilidad y es más bien enamoradizo y celoso, pues le encanta conquistar y dominar la situación. No engaña, por descontado, debido a la nobleza y pureza de intenciones, dejando aparte que no sabe mentir.
Romperá una relación antes de iniciar otra y cuando tiene pareja lucha cada día para mantener la emoción de la relación, entre otras cosas porque es muy sentimental. Le hace falta, eso sí, sentir que ocupa el primer lugar para su pareja como reflejo de sus propias prioridades. Da mucho, pero espera igualmente mucho del amor y eso le cuesta más de una decepción.
Su mente es abierta, ágil, con ideas claras que se expresan de forma brillante. Es sincero y directo, se expresa con vehemencia y a veces rozando la falta de tacto. Cuando se enfada puede montar un buen escándalo, con un punto de agresividad, todo y que, afortunadamente, los enfados no le duran más allá de cinco minutos y Aries desconoce tanto el rencor como la mezquindad.
Es independiente y quiere hacer las cosas a su manera… y a poder ser al momento, llegando a la más clara impaciencia y obrando de forma irreflexiva o imprudente. Es listo y espabilado, raramente obrará de mala fe y es capaz de hacer lo que haga falta para resolver un problema y seguramente será el primero al que se le ocurra la solución (o el que menos tarde en buscarla).
Podríamos decir que la frase “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” se la inventó un Aries, que no se da cuenta que puedes rodear los obstáculos en vez de embestirlos de frente. Este signo necesita sentirse estimulado por aquello que hace para mantener la constancia. Todo y eso, cuando tiene una idea fija es obstinado como el que más.
La vertiente profesional siempre parece que estar a punto, si bien le motiva más un reto que la ambición de conseguir el éxito. Tiene mucha capacidad de trabajo, iniciativa y dotes de mando, decide deprisa y se implica en la faena que hace, pero puede ser un poco descuidado.
Aries difícilmente se aburrirá, pero si lo hace se vuelve irritable y exaspera a los demás. Generalmente, su compañía es muy apreciada pues es generoso y muy leal a sus amigos, siempre positivo y afectuoso, regalando su alegría y su apoyo incondicional. También puede ser el que se meta donde no lo llaman y por su carácter fuerte parecerá más dominante de lo que es, pues Aries resulta muy fácil herir.
Es un signo valiente y animoso que no se conforma, el pionero que busca nuevos horizontes, el héroe anónimo que de una forma u otra deja una estela para que la puedan seguir.
Expresión positiva de sus características: entusiasmo, energía, nobleza, espontaneidad, franqueza, entrega, iniciativa, valentía, actividad, implicación, confianza en sí mismo, independencia, capacidad de decisión, espíritu de lucha, dotes de liderazgo, alegría, lealtad, apasionado, rapidez de reflejos, afán de superación.
Expresión inarmónica de sus potencialidades: impaciencia, precipitación, irreflexión, imprudencia, inconstancia, impulsividad, temeridad, cólera, celos, agresividad, impositivo, dominante, ingenuo, obstinado, quiere tener la razón