

El símbolo del signo de Sagitario es un centauro, un ser mitológico formado por una parte animal y otra humana, que recoge en sí mismo la doble naturaleza del hombre. Este signo, más contradictorio de lo que parece, expresa pues dos vertientes, pasando de un estado de conciencia a otro. La flecha que está a punto de lanzar une simbólicamente el pasado y el futuro y se orienta hacia el infinito, para explorar y conocer nuevas verdades.
Sagitario nos trae la esperanza de poder trascender en lo que tenemos. Y es precisamente la elevación sobre los instintos animales lo que nos permitirá iniciar el camino de la espiritualidad. Nos estamos refiriendo a un signo que cierra el ciclo del otoño, cuando la tierra no produce y los animales no pueden salir a pastar, por lo que a Sagitario le corresponde encontrar salida a la falta de recursos que le envuelve.
Fue gracias a imaginación que el hombre se dio cuenta que era más eficaz cazando encima de un caballo, la misma imaginación que hace falta para enfrentarse sin desfallecer el invierno que se acerca. Sin jinete representa una posición de superioridad que da confianza, la flecha es un instrumento que aporta más fuerza y el caballo permite ganar velocidad.
Sagitario reúne estas ventajas, al igual que vive la contradicción constante entre la parte terrenal y la espiritual. Siempre, eso sí, con una visión positiva que ha creado después de la intensa y compleja visión escorpiana. Aporta la expansión y el querer trascender barreras después de la interiorización y la contención. Es la confianza que crea la fe, después del recelo que surge del permanente análisis de Escorpio, pasando de la exigencia a la indulgencia.
En general Sagitario se relaja y se toma vida, en todos los sentidos, con filosofía. Tiene, como decimos, dos vertientes, una más espiritual y otra más aventurera y mundana, a veces contradictorias como el centauro que les representa.
Para Sagitario nada parece ser un auténtico problema y a menudo te preguntarás si la vida le va bien porque es tan optimista y confiado… o si lo es porque todo le sale de maravilla. La existencia misma la viven llena de alicientes y el mundo es muy grande para este signo que se muere por viajar, expansionarse y estar en contacto con la naturaleza.
En el amor, Sagitario busca un compañero estimulante para compartir aficiones y actividades y pasarlo bien. Las pasiones no le quitan el sueño y tiende a confundir la amistad y el amor y viceversa o bien a tener relaciones superficiales en la cuales no se sienta ligado y no le acarreen problemas.
Si me permites el comentario, en el tema de la pareja puede tener aquello que se denomina “arranque de caballo y parada de burro”, pues después del entusiasmo inicial, a la que huele la posibilidad de matrimonio siente en peligro su preciada libertad y puede, literalmente, salir corriendo. Si se casa, eso sí, lo hará con todo el ceremonial que proceda.
Su mente es abierta y esta hecha para aprender tanto como para transmitir los conocimientos, le interesa la cultura en el sentido más amplio, es muy bueno explicando anécdotas (que se pueden convertir en inacabables batallas) y está dotado para los idiomas. Es el mejor consejero, comprensivo y mostrando una benevolencia que se puede convertir en paternalismo. Es franco hasta extremos a veces peligrosos y la picardía no es lo que más domina.
A nivel profesional triunfará, pues se prepara a conciencia y busca un buen nivel de vida. Es entusiasta y rápido, con olfato par la especulación. Pero le hace falta estar muy motivado porque es más bien cómodo, tiende a dejar la faena para el último momento y busca siempre el camino más fácil para hacer las cosas, por lo que puede desaprovechar sus posibilidades.
Acostumbra a tener muchas amistades, pues es muy sociable, jovial, bromista (cuidado con sus bromas pesadas), benévolo y comprensivo. Cuando habla contigo dedica toda su atención y es muy hospitalario, queriendo que la gente se encuentre a gusto. Su sola presencia en una reunión ya resulta edificante.
Cuando se enfada, no obstante, parece que truenos y relámpagos caigan sobre nuestras cabezas y dice más de lo que piensa. Pero pronto volverá a sonreír como si no hubiera pasado nada y a disfrutar de la vida. En Sagitario casi todo tiende a la desmesura pero es tan protector, íntegro y cordial, que en realidad puede ser fácil de disculpar.
Expresión positiva de sus características: idealismo, sentido común, necesidad de equidad, sociabilidad, entusiasmo, sinceridad, visión constructiva, jovialidad, capacidad de disfrutar, audacia, espiritualidad, dotes docentes, atracción por los estudios, deportividad, ética, espíritu protector, inspira confianza, prestigio, placidez.
Expresión inarmónica de sus posibilidades: excesos, comodidad, rebeldía, necesidad de aventura, aburguesamiento, apatía, conformismo, auto indulgencia, lo deja todo para última hora, paternalismo, distracciones, “mete la pata”, exagerado.